Es durante la infancia cuando se desarrolla nuestra autoestima, las creencias acerca de nosotros mismos, de los demás y del mundo. Por eso es tan importante intervenir desde la infancia si se detecta algún problema o dificultad, para proporcionarles la ayuda necesaria para lograr su bienestar a lo largo de su crecimiento.

Ante esto, los problemas con los que trabajo en la etapa infanto-juvenil son:

  • Ansiedad infantil: ansiedad por separación, fobias (escolar, específica), miedos, ansiedad por separación (de los padres normalmente), manías/rituales.
  • Depresión infantil: irritabilidad, llantos frecuentes, falta de interés, aislamiento, descenso del rendimiento escolar, falta de energía…
  • Problemas de sueño: pesadillas, terrores nocturnos.
  • Problemas de conducta (oposicionismo, ira, agresividad, impulsividad, inadaptación social o escolar…).
  • Problemas de autoestima.
  • Acosos escolar o bullying
  • Dificultad en la comunicación con los padres
  • Trastornos de alimentación: anorexia, bulimia, vigorexia.
  • Sexualidad en la adolescencia
  • Problemas de comportamiento: agresividad, falta de control de impulsos, desobediencia, saltarse las normas…
  • Dificultades en la adquisición de hábitos evolutivos: enuresis, encopresis…